sábado, 5 de mayo de 2007

Al-Maliki pide que se detenga la construcción del muro en Bagdad

El primer ministro iraquí Nouri al-Maliki pidió detener la construcción de un muro que soldados estadounidenses empezaron a levantar en la capital Iraquí, Bagdad, el 20 de abril.

La barrera de hormigón iba a tener una longitud de unos cinco quilómetros y una altura de 3,6 metros, y estaba destinada a ‘proteger’ el enclave suní de Adhamiya, rodeado de barrios chiíes. Aunque la ciudad está llena de checkpoints y vallas, el muro hubiera sido la primera barrera basad en criterios sectarios.

Al-Maliki afirmó que Irak "no se enfrenta a una guerra civil o sectaria, sino que son los actos de la organización terrorista Al Qaeda los que han encendido los sentimientos de la población".

La orden de bloquear la construcción del muro de Bagdad sigue de pocas semanas a la decisión del Gobierno grecochipriota de empezar a desmantelar la llamada Línea Verde, una barrera de hormigón que divide en dos a Nicosia, la capital de la isla de Chipre y última capital del mundo que permanece dividida.

Levantado en 1974, después de que Turquía invadiera la parte norte de la isla, el muro mantuvo separada la zona griega de la zona turca en esta isla mediterránea que no alcanza los 10mil kilómetros cuadrados de superficie. El trabajo de derribo podría marcar el inicio de un nuevo diálogo entre los Gobiernos turco y grecochipriota.

En muchas otras zonas del mundo no sólo no se contempla la posibilidad de derribar barreras sino que siguen surgiendo nuevos muros y vallas para separar poblaciones, impedir la entrada de inmigrantes o la filtración de grupos considerados hostiles.

Hace ya más de cuatro años que Israel empezó la construcción de una valla/muro de hormigón que separa la parte este de Jerusalén de los territorios palestinos de Cisjordania y que en algunos tramos supera los siete metros de altitud.

A pesar del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que considera que el muro es ilegal y viola el derecho internacional, la barrera no ha sido destruida y sigue aislando a comunidades entera e impide que muchos agricultores puedan acceder a sus tierras de cultivo.

Otra polémica valla, esta vez de metal, es la que se está construyendo en la frontera entre México y Estados Unidos y que está destinada a bloquear el paso a los inmigrantes mexicano que quieren entrar en los Estados Unidos sin poseer los papeles necesarios. Según los planes del Gobierno de George Bush, para finales de 2008 al menos un tercio de la frontera entre Estados Unidos y México deberá estar vallada. Por el momento, sólo unos 112 kilómetros de los 3,200 previstos están vallados.

También España tiene sus vallas de separación, las que rodean Ceuta y Melilla: ambas están constituidas de una doble valla de alambres de hoja de unos 6 metros de altura y que recorren varios kilómetros de la frontera con Marruecos. Entre septiembre y octubre de 2005 hubo un intento masivo de entrada a través de las dos fronteras que se saldó con diversas muertes y muchos heridos.

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